Le declaramos la guerra a la pereza

Se ha comprobado que el ejercicio regular es la mejor arma para no envejer tan rápido y sentirnos bien. Siempre he sido de la opinión que trotar o correr es algo súper beneficio para el cuerpo, porque contribuye a regular la presión arterial y bajar los niveles de azúcar en la sangre. Dejemos a un lado las ahuevasones y las perezas y vamos a correr en la Cinta Costera, Amador o el Parque Omar para estar en buenas condiciones físicas....cuidense mucho y echemos palante, somos unos campeones...Morbid mira a un verdadero atleta...

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Por Minha Vida - PST

Para quemar la grasa abdominal se requiere una táctica específica de entrenamiento.

Quienes tienen prisa por perder peso no piensan dos veces antes de acelerar el ritmo: correr es una de las mejores actividades físicas que permiten adelgazar de una forma saludable. El footing aumenta el ritmo metabólico, ayuda a perder calorías y acelera todo el proceso de pérdida de peso.

Un beneficio secundario de empezar a correr es que el metabolismo continúa acelerado varias horas por día, no sólo durante el período de entrenamiento. Y con ese proceso también se incrementa la quema de grasa corporal. Por esa razón son varios los expertos que defienden que una corrida liviana diaria de 30 minutos es la fórmula perfecta para perder peso.

En contraste, algunos expertos en educación física advierten que una corrida liviana no es la panacea, ya que el ejercicio debe ser constante y de exigencia creciente de esfuerzo.

El aumento del gasto calórico, sumado a una dieta balanceada hará que su cuerpo empiece a quemar reservas de grasa. Por eso es que los deportes que se practican durante un período más largo tienen un impacto energético-calórico mayor, y agradan a quienes buscan resultados en poco tiempo.

Existe una estrategia específica para disolver la grasa acumulada en la región abdominal. Para combatir la panza sobresaliente lo ideal es acometer un programa de trotes y caminatas con variaciones de intensidad durante la misma sesión de entrenamiento.

Pero empiece con cuidado; si exagera corre el riesgo de lesionarse. Los picos de entrenamiento obligan al cuerpo a quemar energía hasta de las fuentes más inaccesibles. Si usted mantenía una rutina sedentaria, tómeselo con calma. Recuerde que la exageración de hoy puede significar hasta una semana sin entrenar, por lesiones. Respete su propio ritmo y ante la duda pida orientaciones a su profesor del gimnasio o a algún experto en el tema.