Setenta días después, los 33 mineros chilenos emergieron de la profundidad de la tierra convertidos en celebridades internacionales.
Y millones también siguieron paso a paso la misión de rescate que los expertos ahora elogian como "un ejemplo de perfección técnica".
"Esta operación será un ejemplo de cómo hacer bien las cosas", dijo a BBC Mundo el doctor Pedro Arcos González, director de la Unidad de Investigación en Emergencia y Desastres de la Universidad de Oviedo, España.
"Todas las cosas se han hecho de una manera muy profesional y correcta".
"Estas personas han tenido mucho apoyo familiar, social, médico, etc. y no ha habido, que sepamos, a lo largo de su encierro, ningún episodio que sugiera que podría haber grandes problemas a la salida", agregó.
Colaboración y planificación
La operación de rescate fue llevada a cabo con la colaboración de cientos de expertos,
incluidos técnicos perforadores, rescatistas, médicos y psicólogos.
La misión consistió en perforar un ducto de unos 70 centímetros por la que pasaría una cápsula, bautizada Fénix, en la que viajarían los mineros hacia la superficie.
Tal como explicó a la BBC David Seath, secretario del Instituto de Minería de Escocia y ex jefe del servicio británico de rescate de minas, "quizás se diga fácil, pero fue una operación extraordinariamente compleja". (Extraído de BBC Mundo)
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